Rentabilidad inmobiliaria: guía 2025 para sacar el máximo a tu inversión

Álvaro lobo | Responsable selección proyectos.
18 de noviembre de 2025.
viviendas con rentabilidad inmobiliaria

Invertir en inmuebles sigue siendo una de las estrategias más seguras para preservar y hacer crecer el capital. Sin embargo, la clave para que esta inversión funcione no está solo en comprar barato o alquilar rápido, sino en comprender, calcular y optimizar la rentabilidad inmobiliaria.

En un mercado como el español, donde la demanda de vivienda se mantiene fuerte pero los costes de adquisición han subido con fuerza en los últimos años, conocer tu rentabilidad —bruta, neta, esperada o real— marca la diferencia entre una inversión rentable y una trampa financiera.

Esta guía actualizada te ayudará a entender qué factores afectan al rendimiento de una propiedad, cómo calcularlo correctamente y qué zonas, modelos y tipologías están ofreciendo mejores resultados en 2025. Además, analizamos cómo encaja esta métrica en contextos más amplios, como la inversión sostenible o el crowdfunding inmobiliario, y te mostramos cómo comparar modelos tradicionales con nuevas fórmulas como las que ofrece Tokenized Green.

Ya seas un inversor que empieza o alguien con varios inmuebles en cartera, aquí encontrarás las claves para maximizar el retorno de tu inversión inmobiliaria con criterio profesional.

Índice de contenidos

¿Qué es la rentabilidad inmobiliaria y cómo se calcula?

La rentabilidad inmobiliaria es el porcentaje que mide el rendimiento económico que obtienes de un inmueble, normalmente a través del alquiler, en relación con el capital que has invertido en él. En otras palabras, responde a una pregunta clave: ¿cuánto te devuelve anualmente tu inversión inmobiliaria?

Esta métrica es imprescindible tanto si compras para alquilar como si valoras una revalorización futura, porque te permite comparar esa inversión con otras opciones (depósitos, bonos, bolsa, activos tokenizados…).

Rentabilidad bruta vs rentabilidad neta

La diferencia entre rentabilidad bruta y neta es esencial para evitar errores de cálculo:

  • Rentabilidad bruta: se calcula dividiendo los ingresos anuales por alquiler entre el precio de compra del inmueble, y multiplicando por 100.
    • Fórmula:
      (Ingreso anual / Precio de compra) × 100
  • Rentabilidad neta: añade realismo al cálculo, ya que descuenta gastos asociados como IBI, seguros, mantenimiento, comunidad o gestión.
    • Fórmula:
      [(Ingreso anual − Gastos) / Inversión total] × 100

Esto significa que una propiedad con una rentabilidad bruta del 6 % podría tener una rentabilidad neta real del 4 % o menos, si los gastos recurrentes son elevados.

Ejemplo práctico con números reales

Supongamos que compras un piso en Valencia por 150.000 € y lo alquilas por 750 € al mes.

  • Ingresos anuales: 750 € × 12 = 9.000 €
  • Rentabilidad bruta: (9.000 € / 150.000 €) × 100 = 6 %

Si los gastos anuales totales (IBI, comunidad, reparaciones, seguro…) suman 2.100 €:

  • Rentabilidad neta: ((9.000 € – 2.100 €) / 150.000 €) × 100 = 4,6 %

Esta cifra —la neta— es la que realmente importa para saber si tu dinero está bien invertido o podría rendir más en otras fórmulas.

Rentabilidad inmobiliaria en España: datos actualizados 2025

España sigue siendo uno de los mercados más activos para la inversión inmobiliaria en Europa, pero la rentabilidad no es uniforme ni estable. En 2025, la media nacional ha experimentado ligeras caídas en algunos segmentos, mientras que ciertas zonas urbanas y activos alternativos siguen ofreciendo rendimientos superiores al 7 %.

Media nacional y variaciones por comunidad

Según los últimos datos publicados por Fotocasa, la rentabilidad media bruta del alquiler residencial en España en el tercer trimestre de 2025 se sitúa en el 6,2 %, ligeramente por debajo del 6,5 % de hace un año.

Las diferencias por comunidad autónoma son notables:

  • Regiones más rentables:
    • Castilla-La Mancha (7,9 %)
    • Región de Murcia (7,4 %)
    • Comunidad Valenciana (7,1 %)
  • Regiones menos rentables:
    • País Vasco (4,6 %)
    • Baleares (4,9 %)
    • Madrid (5,3 %)

Estas cifras son brutas, por lo que la rentabilidad neta real será menor una vez se descuenten gastos, impuestos y posibles periodos de vacancia.

Tipologías: vivienda vs locales, oficinas o garajes

La rentabilidad varía también según el tipo de activo:

  • Viviendas: rentabilidad media del 6,2 %.
  • Locales comerciales: hasta un 9,9 %, aunque con mayor riesgo y necesidad de gestión activa.
  • Oficinas: en torno al 7,6 %, dependiendo del barrio y la demanda.
  • Garajes: baja rentabilidad (4–5 %), pero muy poco riesgo y sin apenas gastos.

Según Idealista, en ciudades como Lleida o Huelva, la rentabilidad bruta de la vivienda supera el 7,5 %, mientras que en Madrid o Barcelona, se sitúa por debajo del 5,5 %, por el alto precio de adquisición.

Factores que influyen en la rentabilidad de un inmueble

Calcular la rentabilidad inmobiliaria no se limita a aplicar una fórmula. En la práctica, el rendimiento final de una inversión depende de múltiples factores que pueden potenciar —o erosionar— los ingresos netos del propietario. Estos son los más determinantes.

Precio de compra y valor real del inmueble

El punto de partida de cualquier inversión es el precio de adquisición. Si compras por encima del valor de mercado, reducirás tu rentabilidad desde el primer día. Por el contrario, comprar con descuento o en zonas en revalorización puede aumentar el rendimiento futuro.

Este efecto es aún más claro cuando se busca una rentabilidad vía alquiler, donde el ingreso mensual suele estar más vinculado a la demanda local que al precio de compra.

Ingresos de alquiler: importe, estabilidad y vacancia

El alquiler mensual determina la línea de ingresos, pero también importa su estabilidad:

  • ¿Se alquila rápido o hay periodos sin inquilino?
  • ¿El precio del alquiler es sostenible o está inflado?
  • ¿Qué perfil de inquilino atrae la zona?

La vacancia —los meses sin ingresos— puede reducir la rentabilidad neta anual hasta en 1–2 puntos. Por eso, muchas veces una vivienda con un alquiler algo más bajo pero muy estable resulta más rentable que una más cara y vacía 2 meses al año.

Costes recurrentes y no visibles

No todos los gastos están a la vista. Además del IBI, comunidad o seguro, hay que considerar:

  • Gastos de mantenimiento (caldera, pintura, electrodomésticos…)
  • Gastos de gestión (agencias, administración)
  • Gastos legales (desahucios, contratos)
  • Tasa de impago o deterioro del inmueble

Una rentabilidad bruta del 6 % puede convertirse en un 3,5 % neto real si no controlas los gastos ocultos.

Financiación: apalancamiento y rentabilidad sobre recursos propios

Si compras con hipoteca, el cálculo cambia. Tu rentabilidad ya no se mide sobre el total del inmueble, sino sobre el capital que has aportado:

Si compras un piso de 200.000 € con 50.000 € propios y lo alquilas por 9.000 € al año, la rentabilidad bruta sobre tu capital aportado puede ser muy superior al 6 %, aunque con más riesgo financiero.

El apalancamiento financiero puede multiplicar la rentabilidad, pero también los riesgos. Es clave analizar bien el coste total de la deuda y la capacidad de absorber subidas de tipos o periodos sin inquilinos.

Fiscalidad: IRPF, plusvalía, amortizaciones

La rentabilidad también está condicionada por la tributación del alquiler y la fiscalidad de una posible venta futura.

En España, los ingresos del alquiler tributan en el IRPF, aunque con deducciones por ciertos gastos (mantenimiento, intereses, amortización). Vender con plusvalía también implica tributar por la ganancia, aunque se puede reducir si reinviertes o aplicas bonificaciones.

Zonas y tipologías con mayor rentabilidad en España

La ubicación y el tipo de inmueble son dos de los factores más determinantes en la rentabilidad inmobiliaria. En 2025, el mercado español sigue mostrando enormes diferencias de rentabilidad según la ciudad, el barrio e incluso la tipología del activo. Saber dónde y qué comprar marca la diferencia entre obtener un 3,5 % o un 8 % anual.

Barrios y ciudades con mejor rendimiento

Según el último informe de Fotocasa, algunas de las zonas con mayor rentabilidad bruta en vivienda en alquilerson:

  • Villaverde Alto (Madrid): hasta 10,9 %
  • L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona): alrededor del 7,2 %
  • Alicante, Valencia o Castellón: entre 6,8 % y 7,4 %
  • Murcia capital: 7,5 %

Estas cifras contrastan con zonas prime como Chamberí o Salamanca en Madrid, o Sarrià-Sant Gervasi en Barcelona, donde la rentabilidad bruta no supera el 3,5 % debido al alto precio de compra.

Esto significa que zonas menos cotizadas, pero con alta demanda de alquiler, pueden ser más rentables que barrios de prestigio.

Activos alternativos: locales, oficinas y garajes

Además de la vivienda, otros activos inmobiliarios ofrecen rentabilidades más altas… aunque con mayor complejidad y riesgo:

  • Locales comerciales:
    Según Idealista, los locales ofrecen rentabilidades brutas de hasta el 9,9 %, pero requieren gestión activa, riesgo comercial y conocimiento del entorno.
  • Oficinas:
    En zonas con alta demanda corporativa, las oficinas alcanzan un 7,6 %, aunque la ocupación es más volátil.
  • Garajes:
    Menor rentabilidad media (4–5 %), pero también menores gastos, vacancia y riesgo.

Viviendas turísticas y estacionales

En zonas de alta demanda turística, como la costa mediterránea o las islas, los alquileres vacacionales pueden duplicar los ingresos anuales frente al alquiler residencial tradicional. Sin embargo, implican más rotación, gestión intensiva y mayor dependencia de la estacionalidad o cambios normativos.

Errores comunes que reducen la rentabilidad real

Muchos inversores calculan su rentabilidad inmobiliaria sobre el papel, pero descubren más tarde que su inversión no les está dando el rendimiento esperado. Esto suele deberse a errores recurrentes que distorsionan la rentabilidad neta real y comprometen el éxito de la operación.

No calcular todos los costes reales

Uno de los errores más extendidos es calcular la rentabilidad bruta como si fuera la rentabilidad real, olvidando costes clave como:

  • Gastos de comunidad
  • IBI y otros tributos
  • Seguro del hogar
  • Reparaciones periódicas
  • Vacancia entre inquilinos
  • Comisiones de gestión o agencia

Invertir en una vivienda que “parece” dar un 6 % bruto puede acabar dando solo un 3,5 % neto tras costes, o incluso menos si surgen imprevistos.

Elegir zonas de moda con bajo rendimiento

Muchos inversores priorizan zonas “prime” o barrios de moda por seguridad o atractivo personal, pero estos lugares suelen tener precios de compra tan altos que penalizan el rendimiento.

Un piso de 500.000 € en el centro de Barcelona que se alquila por 1.700 € apenas roza el 4 % bruto. En cambio, un piso de 150.000 € en Hospitalet que se alquila por 900 € puede superar el 7 %.

Ignorar el riesgo de vacancia o impago

La vacancia no siempre se tiene en cuenta al hacer números, pero puede reducir significativamente la rentabilidad neta anual. Lo mismo ocurre con posibles impagos o inquilinos conflictivos que generen gastos legales o deterioro del inmueble.

Una estrategia conservadora debería asumir al menos un mes al año sin ingresos como margen de seguridad, especialmente en zonas con menor rotación de alquiler.

No prever el impacto fiscal de la inversión

La fiscalidad del alquiler y de la eventual venta también afecta al retorno:

  • En el IRPF se tributa por los ingresos netos del alquiler.
  • Al vender, se aplica una ganancia patrimonial que puede tributar hasta el 26 %.
  • Además, hay impuestos indirectos como la plusvalía municipal, notaría, registro o gestoría.

No contemplar estos efectos puede hacer que la rentabilidad real sea muy inferior a la esperada.

Cómo mejorar la rentabilidad: estrategias prácticas

La rentabilidad inmobiliaria no es una cifra fija: se puede optimizar si tomas decisiones inteligentes. Ya sea ajustando los ingresos, controlando gastos o eligiendo el modelo adecuado, hay margen para mejorar significativamente el retorno sin asumir grandes riesgos.

Optimizar ingresos sin subir precios

Una de las formas más eficaces de mejorar la rentabilidad es maximizar los ingresos sin inflar el alquiler, lo cual podría disuadir a buenos inquilinos o aumentar la vacancia. Algunas estrategias útiles:

  • Alquilar con mobiliario para aumentar el valor percibido.
  • Ofrecer contratos de media estancia (3–6 meses) con rentas superiores a largo plazo.
  • Instalar servicios extra, como WiFi, limpieza o trastero, que pueden justificar un precio mayor.
  • Elegir barrios con alta rotación como zonas universitarias, sanitarias o bien conectadas.

A veces, un alquiler 50 € superior con 0 % de vacancia anual mejora más la rentabilidad que subir 150 € y perder un mes de ingresos.

Reducir costes sin afectar la experiencia del inquilino

La rentabilidad neta también se optimiza controlando los costes estructurales. Algunas medidas concretas:

  • Cambiar la calefacción a sistemas eficientes (aerotermia, gas natural).
  • Unificar seguros y optimizar coberturas.
  • Reducir la comisión de gestión con plataformas automatizadas.
  • Prevenir antes que reparar: mantenimiento periódico reduce averías graves.

Estas pequeñas mejoras pueden suponer 500–1.000 € menos al año en gastos, lo cual, sobre inmuebles de 100.000–150.000 €, puede suponer 0,5–1 punto extra de rentabilidad neta.

Usar apalancamiento con criterio

Financiar parte de la compra con hipoteca puede elevar la rentabilidad sobre tus fondos propios. Pero hay que hacerlo con precaución:

  • Evita cuotas que superen el 40 % de los ingresos del alquiler.
  • Calcula la rentabilidad neta con y sin hipoteca.
  • Asegúrate de tener colchón para imprevistos o subidas de tipos.

En entornos de tipos de interés estables o moderadamente bajos, el apalancamiento puede mejorar mucho el retorno final.

Diversificar con inversión tokenizada

Si no quieres asumir toda la gestión directa, los proyectos de crowdfunding inmobiliario o inversión tokenizada permiten acceder a rentabilidades similares o superiores, sin tener que comprar tú mismo un inmueble.

Plataformas como Tokenized Green ofrecen proyectos con rentabilidades estimadas del 9–11 % anual, como:

Estas alternativas eliminan gastos fijos, vacancia y problemas de gestión, manteniendo un retorno atractivo con menor capital inicial.

Comparativa: inversión tradicional vs inversión tokenizada o activos alternativos

Invertir directamente en inmuebles es una fórmula consolidada, pero en 2025 existen alternativas que ofrecen mayor flexibilidad, menor riesgo operativo y rentabilidades comparables o incluso superiores. Una de las más destacadas es la inversión tokenizada en activos inmobiliarios, que ya está consolidándose en España.

¿Qué ofrece el modelo tradicional?

Comprar un inmueble físico para alquilar sigue siendo una vía válida para inversores que:

  • Quieren control total sobre el activo.
  • Aceptan la gestión directa (inquilinos, reparaciones, impuestos).
  • Buscan exposición directa al mercado inmobiliario.

Ventajas:

  • Revalorización potencial del activo.
  • Apalancamiento mediante hipoteca.
  • Control sobre la gestión.

Inconvenientes:

  • Alta barrera de entrada (mínimo 100.000 €).
  • Gastos fijos, riesgo de vacancia, liquidez limitada.
  • Fiscalidad y trámites complejos.

¿Qué aporta la inversión tokenizada?

La tokenización inmobiliaria permite invertir desde 50–100 € en proyectos inmobiliarios reales, fraccionados en participaciones digitales (tokens), con una rentabilidad previsible y sin asumir la propiedad ni la gestión del inmueble.

Con plataformas como Tokenized Green, puedes acceder a operaciones como:

  • Rehabilitación Ategorrieta (San Sebastián)
    350.000 €, rentabilidad del 11 % anual, plazo 6 meses, viviendas ya reservadas.
    Score de sostenibilidad B-, riesgo A, impacto positivo alto.
  • Vibio.land (Ávila)
    300.000 €, rentabilidad del 10 % anual, plazo 18 meses.
    Proyecto de ecoviviendas autosuficientes.
  • Bosc del Maresme (Barcelona)
    200.000 €, rentabilidad del 9 % anual, plazo 14 meses.
    Construcción sostenible y modular en entorno natural.

Estas opciones permiten diversificar, eliminar gastos de gestión y entrar en el sector inmobiliario con menor riesgo operativo y mayor liquidez.

¿Cuál es mejor?

Depende del perfil inversor:

  • Si quieres control directo, puedes asumir gestión y tienes capital disponible, el modelo tradicional sigue siendo válido.
  • Si prefieres diversificar, reducir esfuerzo y entrar con poco capital, la inversión tokenizada puede ofrecerte una rentabilidad similar con menos fricción.

Además, algunos proyectos tokenizados como los de Tokenized Green están alineados con criterios ESG, algo que el mercado tradicional rara vez prioriza.

Conclusión y recomendaciones finales

La rentabilidad inmobiliaria es una métrica fundamental para cualquier inversor que quiera tomar decisiones informadas y sostenibles. No basta con comprar barato o alquilar rápido: hay que calcular bien, controlar costes, anticipar riesgos y comparar modelos.

En España, en 2025, el mercado sigue ofreciendo oportunidades sólidas, pero también exige más análisis que hace una década. Zonas periféricas, tipologías alternativas y modelos de gestión profesional permiten alcanzar rentabilidades netas superiores al 6 %, aunque con distintas exigencias de tiempo, capital y tolerancia al riesgo.

Si buscas máxima rentabilidad con gestión mínima, los modelos tokenizados como los que ofrecemos en Tokenized Green te permiten acceder a proyectos inmobiliarios verificados, con rentabilidades estimadas del 9–11 % y criterios de impacto positivo.

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Preguntas frecuentes sobre rentabilidad inmobiliaria

¿Qué porcentaje de rentabilidad es bueno en una inversión inmobiliaria?

Una rentabilidad bruta entre el 5 % y el 7 % se considera adecuada en vivienda residencial. En locales u oficinas, puede superar el 9 %, pero con más riesgo. Lo ideal es evaluar también la rentabilidad neta real, tras costes e impuestos.

¿Cuál es la diferencia entre rentabilidad bruta y neta?

La rentabilidad bruta se calcula sin descontar gastos, mientras que la neta tiene en cuenta todos los costes (IBI, comunidad, reparaciones, etc.). La rentabilidad neta refleja mejor el rendimiento real del inmueble.

¿Cómo afecta la hipoteca a la rentabilidad inmobiliaria?

Si financias la compra con hipoteca, la rentabilidad debe calcularse sobre tu capital aportado. El apalancamiento puede aumentar el rendimiento, pero también los riesgos financieros si no hay ingresos constantes.

¿Dónde hay más rentabilidad en España ahora mismo?

Según Fotocasa e Idealista, las ciudades más rentables en 2025 son Villaverde Alto (Madrid), Murcia, Valencia o Huelva, con cifras superiores al 7 % bruto. En cambio, zonas prime como Madrid centro o Barcelona ofrecen menor retorno.

¿Qué errores reducen la rentabilidad real?

Los más frecuentes son: no calcular los costes reales, ignorar periodos de vacancia, sobrepagar por ubicaciones poco rentables o no tener en cuenta la fiscalidad al alquilar o vender.

¿Es más rentable invertir en inmuebles físicos o en activos tokenizados?

Depende del perfil inversor. La inversión física ofrece control y patrimonio directo, pero exige más capital y gestión. La tokenización permite invertir desde importes bajos, con buena rentabilidad, menos esfuerzo y mayor liquidez.

👤 Micro-bio del autor

Álvaro Lobo · Responsable de selección de proyectos inmobiliarios en Tokenized Green

Especialista en inversión inmobiliaria sostenible, Álvaro analiza, negocia y selecciona los proyectos que llegan a nuestra plataforma. Con más de 3 años de experiencia en el sector y decenas de promociones supervisadas, es el nexo entre el valor ecológico y la rentabilidad financiera.
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